Fragmentos de "El invierno del mundo" de Ken Follett.

"...Ilse habló con un hilo de voz: -Los matamos-dijo. Carla se quedó sin aliento. -¿En el hospital?-consiguió decir. Ilse asintió. -A los pobres enfermos que llegan en autobuses grises. Niños, incluso bebés, ancianos, abuelas. Todos tienen alguna discapacidad. A veces llegan en un estado espantoso, babeando y haciéndose sus necesidades encima, pero no pueden evitarlo, y algunos son muy dulces e inocentes. Lo mismo da..., los matamos a todos. -¿Cómo lo hacéis? -Con una inyección de morfina y escopolamina. Carla asintió. Era un anestésico habitual, mortal en dosis elevadas. - ¿Y los tratamientos especiales que se supone que aplicáis? Ilse negó con la cabeza. -No hay tratamientos especiales. -Ilse, a ver si lo entiendo bien. ¿Matáis a todos los pacientes que llegan? -A todos. -¿En cuanto llegan? -Al día siguiente, o como mucho a los dos días. Era lo que Carla sospechaba, pero , aún así, la cruda realidad le pareció espeluznante y sintió naúseas. -...