Fragmentos de "El lector de cadáveres" de Antonio Garrido
"A un gesto del Ser, el alguacil giró una manilla y la máscara se contrajo sobre sí misma, ajustándose a la cabeza de Lu, que chilló como si le rompieran los huesos. La siguiente vuelta hizo que el artefacto se clavara contra sus sienes, arrancándoles un aullido de dolor. Cí sabía que, en un par de vueltas, su cráneo estallaría como una nuez en el mortero. "Confiesa de una vez, hermano" Lu persistió en su silencio y el aullido se agudizó. Cí se tapó los oídos al mismo tiempo que un hilo de sangre brotaba en la frente de Lu. "Confiesa, por favor". A la siguiente vuelta, la máscara crujió y un alarido inhumano reverberó en toda la sala. Cí cerró los ojos. Cuando los abrió, comprobó que Lu se había mordido la lengua y sangraba con profusión. Iba a implorar clemencia cuando Lu se desmayó. Al instante, el Ser ordenó a los alguaciles que detuvieran el tormento. Lu yacía doblado sobre sí mismo como un trapo arrugado, pero aún respiraba. Con un hálito impe...